No me acuerdo si era 27 o 21, pero era Octubre… o Noviembre? Da igual… el asunto es que no esperaba verte en por lo menos dos semanas más, y de pronto ahí estabas parada en mi puerta… con tus ojos de sueño y las alpargatas cambiadas, “ Tai listo?, ya poh vamos…”, quizás que cara puse porque la tuya cambió bastante, “ Se te olvidó, cierto?, siempre me hacís lo mismo… ”; Entraste y te instalaste debajo del parrón… de seguro no te hacía reir con nada, además no lo intenté, estirando la mano dijiste “Préndelo…”, que para mi fortuna es la palabra que más seguido me dices…; toda la mañana estuvimos ahí fumando y casi sin hablar… sólo abrías la boca para botar el humo o hacerme alguna reprimenda, y no sé si era por vola’o o por saber que tenías razón, pero no te decía nada… “Ya, voy a almorzar, te espero a la noche en mi casa”, y te paraste, “entonces no iremos…?” pregunté, y soltaste tal carcajada que hasta mi gata se asustó, no supe que decir y me reí también. No me quedó más que esperar la noche, por suerte cuando llegué a tu casa se te había pasado el enojo.
Aún no recuerdo donde teníamos que ir.
viernes, 26 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

0 comentarios:
Publicar un comentario